Se anuncia un curso sobre “salud y mujeres inmigrantes”. Bajo estas intenciones loables se manifiestan algunos de los prejuicios más extendidos.
El tríptico anuncia tres módulos, el primero dedicado a los factores culturales y religiosos, el segundo a la violencia de género y trata de mujeres, y el tercero a la mutilación genital. Cabe preguntarse si la elección de estas temáticas responde a un análisis de la situación de las mujeres migrantes en Extremadura, o si parte más bien de los estereotipos sobre esta población. Llama la atención por ejemplo, que un tercio del curso (1 modulo sobre 3) esté dedicado a la mutilación genital cuando las mujeres procedentes de países en los que se practica, constituye una ínfima parte de la población migrante en Extremadura.
Asociar las mujeres migrantes con la religión, la prostitución, los malos tratos y la mutilación genital, alimenta los estereotipos y cultiva su estigmatización. Las presenta exclusivamente como víctimas de la religión, de los hombres, o de su cultura. El acento sobre estos aspectos, traduce una imagen negativa que no da cuenta de la situación de la mayoría de mujeres migrantes en Extremadura. Esta perspectiva culturalista, esencializa la diferencia con la alteridad, y elude determinantes socioeconómicos que son claves a la hora de entender las especificidades de este colectivo frente a la salud: el estrés derivado de la migración; las condiciones laborales, a menudo precarias; las situaciones de irregularidad; las responsabilidades familiares; la situación económica; las características y ubicación de la vivienda; la automedicación; el desconocimiento de sus derechos; las dificultades en el acceso al sistema sanitario, el racismo al que se ven sometidas en el mismo… Esperemos que el curso, que no anuncia estos aspectos en su tríptico, los tenga en cuenta en sus clases. A. Jones
Lo que no se hace visible no existe. Y lo que es visible se puede convertir en paradoja. Me acabo de enterar que en España se constituyó recientemente el Colectivo contra la Violencia Obstétrica. Esta semana se hacía eco La Cadena SER de la realidad que sufren un porcentaje de madres que alumbran su hijo en nuestros Hospitales, gracias al autoritarismo que sobre el cuerpo de la mujer se ejecuta: cesáreas innecesarias pero cómodas para el ginecólogo, en ocasiones, sin anestesia, cortes en la vágina con efectos para su posterior vida sexual, no informar antes a la parturienta cómo se va a realizar el parto, llevarse al niño cuando nace y separarlo de la madre.
La ignorancia produce injusticias ante la exposición de dificultades para contemplar la realidad social , sino se ha estudiado antes con profundidad el tema. Y puede dar lugar a generalidades incluídas como particularidad propia de la mujer extranjera con la connotación de «emigrante».
No se si queda claro el perfilar un programa de un tema genérico, cuando no conocemos toda la realidad. Para mí estos capítulos dedicados en LA Cadena SER para denunciar la figura patriarcal que domina el cuerpo de la mujer en el acto del parto: induciendo a que se anticipe por que le interesa al ginecólogo, el fotografiar los genitales de la mujer sin ningún respeto para no se sabe qué fines, el producir un parto con cesárea sin anestesia mientras la mujer chilla de dolor, como es un tema del que hablemos, no sabía que existía. Recuerdo cuando yo tenía treinta años menos que una compañera mía en la consulta (psiquiatra) la cortaron la vagina y la dieron puntos. Nos horrorizamos por lo que había padecido. Creía que estas prácticas ya no se cometían. Nunca hubiera preparado un programa de los conflictos que la mujer española supeditada al poder del hombre a manos de profesionales varones. Igualmente quienes preparan un programa para hablar de mujeres extranjeras que se trasladan a nuestro país, equivocadamente, quizás por ignorancia, por no actualizar sus conocimientos, se han quedado anclados al «saber público».
Más que de caracterizar la emigración de mujeres con la prostitución podría denominarse la contratación falsa de mujeres que pagan por llegar a España, a la costa almeriense, en este caso a Roquetas de Mar y las introducen en casas bajas a 40º en verano y en -5º en invierno. al lado de los invernaderos y próximas a la carretera. Hay unas cien casas. El documento realizado por periodistas del programa de AR (Telecinco) entrevistan a mujeres nigerianas, malienses, ecuato-guineanas, de la zona subsahariana, rusas y españolas. Vienen en avión y entregan hasta 40.000€ como el caso de la ecuato-guineana entrevistada. Niegan que estén ejerciendo la prostitución, niegan que el hombre que hay en la casa sea el proxeneta, ellas stán alquiladas para vivir allí. Las casas son de puertas abiertas. Todo cutre. Es difícil erradicar este delito porque ellas niegan todo.Recuerdan cuando se proyectó hace años «la Operación Afrodita» en toda España pero no pudo deshacerse, porque en nuestro País la prostitución no está legalizada, no se puede exigir impuestos con en otros aíses europeos y como no hay delito fiscal que es el único y lasesclavas niegan que estén forzadas no hay testigos.
Transcribimos la contestación de ADHEX en respuesta a esta entrada.
(equivocadamente la han ubicado en otra entrada de este blog)
Buenos días:
Acabamos de ver su entrada en el blog en la que aluden a nuestro curso “Hygía: la salud de las mujeres inmigrantes en Extremadura”. Bastante crítica, por cierto, y más sin conocer los contenidos (salvo los epígrafes de los distintos módulos) del mismo, ni el enfoque que se hace.
Evidentemente, sabemos la representación de población inmigrante en Extremadura, no en vano llevamos 20 años de trayectoria trabajando con esta población (y con otros colectivos). Y sabemos las estadísticas de riesgo en el caso de Mutilación Genital Femenina en Extremadura. Que haya más o menos población de riesgo no indica -desde nuestro enfoque- que no debamos hacer prevención y formación a los distintos ámbitos profesionales. ¿Acaso debemos esperar a los hechos consumados, a que se de un caso para después llevarnos las manos a la cabeza por no haber sabido actuar? ¿Es estigmatizar decir que en Egipto hay una prevalencia del 95% de mujeres mutiladas? En cualquier momento podemos encontrarnos con una mujer o una niña de procedencia egipcia en cualquiera de nuestros pueblos, entonces ¿no debemos estar alertas?
En cuanto a la trata de mujeres, si conocieran un poco el tema (aunque solo fuera de soslayo) no dirían que es una realidad ajena a nuestra región. ¿O acaso no saben que la mayor parte (un 95%) de las mujeres que están siendo prostituidas son víctimas de la trata con fines de explotación sexual? ¿Nos basamos en estereotipos en esta realidad también? Pueden que nos respondan que la mayoría de las mujeres que están en contexto de prostitución son voluntarias. Eso también es muy frecuente oírlo en colectivos que tachan a quienes hacemos intervención de “paternalismo”.
Nos dicen que asociamos religión a inmigración. No es cierto, hay personas inmigrantes no creyentes ni practicantes. Pero todas las personas tenemos un bagaje cultural (muy influenciado en muchos casos por la religión, como en el caso nuestro y nuestra tradición judeo-cristiana) que nos marcan. ¿Han intervenido alguna vez con población marroquí? ¿Conocen la realidad de Campo Arañuelo (que por cierto, tiene una de los porcentajes de población extranjera más alto de nuestro país)? ¿Dejamos a una mujer sin atender en una consulta médica porque el profesional es un hombre y ella no se atreve a contar sus problemas a un hombre? ¿No será mejor darle unas pautas a los y las profesionales para que tengan herramientas y que el derecho a la salud sea universal?
Les invitamos a que hagan un análisis de las estadísticas de violencia de género. Las mujeres inmigrantes en España representan poco más del 13% del total de mujeres y, sin embargo, las extranjeras asesinadas en nuestro país el año pasado representan el 43,20% del total de mujeres asesinadas. ¿También es basarnos en estereotipos? No, porque muchos de sus asesinos son hombres españoles. El machismo, por desgracia, es común en todas las culturas, en todos los países del mundo.
No son solo las mujeres africanas negras las inmigrantes en Extremadura. Quizá sean las menos numerosas. Población marroquí femenina (que no son mutiladas pero sí traficadas, hay muchas), rumanas, rusas, latinoamericanas (por cierto, en ciertas etnias de Colombia y otros países fronterizos también se practica la Mutilación).
¿Han oído hablar de feminización de las migraciones? ¿De discriminación múltiple? Ahí estamos nosotras para explicarles. Están invitados e invitadas a recibir formación por nuestra parte.
Por cierto, en “este cursito”, en nuestras tres ediciones, han participado casi 500 personas, con unas evaluaciones (en las dos ediciones finalizadas) excelentes. Ahí están nuestras memorias donde se puede demostrar.
Gracias a nuestro trabajo (y al de otras entidades como la nuestra) hay un Protocolo contra la trata de mujeres en Extremadura. Gracias a nuestro trabajo (el de Adhex) hay un Protocolo de prevención en la Mutilación Genital Femenina en Extremadura. Gracias a nuestro trabajo, de 20 años ya, insisto, miles de personas se han beneficiado de un asesoramiento profesional, gratuito y confidencial. Y no sigo para no aburrir.
Solo añadir, por último, que la próxima vez que se atrevan a criticar el trabajo de toda una organización, se informen previamente.
Flor Fondón Salomón
Presidenta de Adhex
Me gustaría hacer algunos apuntes respecto a la respuesta de ADHEX, en la medida en la que obviamente, nuestra entrada no ha sido tomada como lo que era: una invitación al debate y a la reflexión.
« La próxima vez que se atrevan a criticar….» advierte el mensaje de ADHEX… “Atreverse a criticar” es una práctica positiva en nuestra escala de valores (tanto como exponerse a la misma), en la medida en la que dé pie a la reflexión.
No dudamos de la profesionalidad de la organización ni de la importancia de las acciones que vienen realizando (lo que por cierto, si hacen en relación con Incydes…).
No dudamos de la realidad de la mutilación genital, de la prostitución, de los malos tratos ni de los problemas culturales que afectan numerosas mujeres en el mundo y en España. Cuestionamos sin embargo, si pensar las mujeres migrantes exclusivamente desde este prisma es acertado. Creo que no. Que una parte importante de las mujeres víctimas de la prostitución y de la violencia de género sean migrantes, no significa que la mayoría de las mujeres migrantes estén asociadas a estas plagas. Sugerirlo, recoge algunos de los estereotipos más comunes sobre la población migrante en España.
Estos matices son resbaladizos y toca andar con sumo cuidado. Quizás sea necesario reflexionar sobre las formas en las que las ONG y asociaciones movilizamos la imagen de aquellos colectivos a los que destinamos nuestros servicios.
Me entristece el tono y la forma de la respuesta. Me entristecen las descalificaciones innecesarias para el debate. Son síntomas inequívocos de la (falta de) disposición y capacidad para ponerse en cuestión. Alvar Jones.